Con el informe de la FAO, “SAVE FOOD: Iniciativa mundial sobre la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos” podemos trazar un mapa sobre el desperdicio de la comida a escala mundial, europea y española.


A nivel mundial

En los países en desarrollo, las pérdidas y el desperdicio de alimentos ocurren principalmente en las primeras etapas de la cadena de valor de alimentos y pueden tener su origen en restricciones técnicas, financieras y de gestión tanto de las técnicas de recolección como de las instalaciones de almacenamiento y refrigeración. El fortalecimiento de la cadena de suministro a través del apoyo directo de agricultores e inversores en infraestructura, transporte, así como en una expansión de la industria alimentaria y del envasado puede ayudar a reducir la cantidad de alimentos que se pierden o desperdician.

En los países de ingresos altos y medianos, las pérdidas y el desperdicio de alimentos se producen principalmente en las últimas etapas de la cadena de suministro. A diferencia de lo que ocurre en los países en desarrollo, el comportamiento de los consumidores desempeña un papel importantísimo en los países industrializados. El estudio de Save Food señala una falta de coordinación entre los actores de la cadena de suministro como un factor añadido. Los acuerdos entre agricultores y compradores pueden ayudar a aumentar el nivel de coordinación. Otras medidas para reducir la cantidad de pérdidas y desperdicio radican en sensibilizar a las industrias, los comercios minoristas y los consumidores, y en encontrar usos beneficiosos para los alimentos que actualmente se tiran.


En la UE

La comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha aprobado en 2017 un informe en el que destaca que la pérdida de alimentos también implica desperdicio de agua, suelo, horas de trabajo, energía y otros recursos valiosos y a menudo limitados.

En la UE se desperdician unos 88 millones de toneladas al año, unos 173 Kg por persona y se emiten 170 millones de toneladas de CO2 en la producción y eliminación de residuos alimentarios. Los costes asociados con los residuos alimentarios para la UE en 2012 se calculan en unos 143.000 millones de euros. Dos tercios de los costes están asociados con los residuos de alimentos de los hogares.


España

En España: tiramos 7,7 millones de toneladas de alimentos cada año. Por las fechas de caducidad demasiado cortas en el tiempo, por envases o packs de comida demasiado grandes, por excedentes en la producción, por comprar más con los ojos que con la cabeza...

"La magnitud del problema es enorme", llegó a reconocer Fernando Burgaz, Director General de la Industria Alimentaria del Ministerio, en el marco del primer debate multisectorial sobre el desperdicio de alimentos en España, organizado por la OCU en 2016. Entre un 30% y un 50% de los alimentos comestibles acaban desechados. “La mayoría de ellos, el 80%, se tiran a la basura en los hogares tal cual se han comprado. Solo el 20% de los desperdicios es de productos ya procesados que han sobrado en la mesa”, explica Burgaz, frutas, verduras y pan fresco son los alimentos más desechados y representan el 48,1% del volumen total de lo que se tira. 

De toda la cadena alimentaria es en las casas donde se producen la mayoría de desperdicios: 1.325,9 millones de kilos de comida al año acaban en la basura de los hogares españoles. Según el desglose del Ministerio la cifra equivale a 25,5 millones de kilos de comida desperdiciados a la semana. En los hogares, el desperdicio alimentario alcanza el 42% del total; en la fase de fabricación el 39%; en la restauración el 14% y en la distribución el 5%.


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El anterior Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente presentó en la reunión de la VII Comisión de Seguimiento de la Estrategia “Más alimento, menos desperdicio”, celebrada en el marco de Madrid Fusión 2016, el primer Panel de cuantificación del desperdicio alimentario, que permite cuantificar los alimentos sin procesar que se desechan por deterioro o caducidad y los alimentos cocinados o en recetas que se eliminan por sobrar o por deterioro.

De este primer estudio se constata que:

  • Los hogares españoles desechan semanalmente 25,5 millones de kilos de alimentos.

  • De esta forma, la proporción del desperdicio en los hogares españoles es del 4,53% sobre el total de los alimentoscomprados. No se desperdicia en la misma proporción lo que se compra, existiendo diferencias significativas por productos.

  • 8 de cada 10 hogares tiran alimentos a la basura (sin procesar) por no considerarlos en buen estado. Frutas, verduras y pan fresco, son los alimentos más desechados, representando el 48,1% del volumen de desperdicios.

  • Menor es el desperdicio de alimentos una vez preparado el producto. De esta forma, 3 de cada 10 hogares tiran parte de las recetas que preparan a la basura, siendo mayor la cantidad que se desperdicia directamente desde la nevera que la que se desperdicia por no consumirse en la mesa.

 

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Fuente: MAPAMA-Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Informe del consumo de alimentación en España. 2016


Los que más, alimentos no procesados. Así De los 1.245,9 millones de kg/l de alimentos tirados a la basura en los hogares españoles:

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Fuente: MAPAMA-Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Informe del consumo de alimentación en España. 2016

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